El mes pasado se presentó la Agenda España Digital 2025, que movilizará una inversión pública y privada de 70.000 millones de euros para realizar reformas estructurales en el periodo 2020-2025. El Plan España Digital 2025 incluye cerca de 50 medidas agrupadas en diez ejes estratégicos con los que se va a impulsar el proceso de transformación digital de España, de forma alineada con la estrategia digital de la Unión Europea.
En efecto, la transformación digital del país es una de las palancas fundamentales para relanzar el crecimiento económico, reducir la desigualdad y aumentar la productividad, generar empleo y consolidar el mercado exterior.
Este Plan Digital para el periodo 2020-2025 se ha desarrollado mediante la colaboración público-privada: con la participación de más de 15 ministerios y organismos públicos y más de 25 agentes económicos, empresariales y sociales. En el ámbito de la empresa, el Plan España Digital 2025 prioriza los siguientes aspectos, plasmados como ejes estratégicos:
- Reforzar las competencias digitales de los trabajadores y del conjunto de la ciudadanía. Se pondrá especial énfasis en las necesidades del mercado laboral y en cerrar la brecha digital en la educación. El objetivo es que, en 2025, el 80% de las personas tengan competencias digitales básicas y que la mitad de ellas sean mujeres.
- Reforzar la capacidad española en ciberseguridad. Se busca disponer de 20.000 especialistas en ciberseguridad, Inteligencia Artificial y datos en 2025 gracias, entre otros aspectos, al polo de actividad empresarial que supone el entorno del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).
- Acelerar la digitalización de las empresas, con especial atención a las micropymes y a las startups. Se fija como meta que, al menos el 25% del volumen de negocio de las pymes, provenga en 2025 del comercio electrónico.
- Acelerar la digitalización del modelo productivo mediante proyectos tractores de transformación digital en sectores económicos estratégicos como el Agroalimentario, Movilidad, Salud, Turismo, Comercio o Energía, entre otros. Estos proyectos tienen como meta una reducción del 10% de las emisiones de CO2 por efecto de la digitalización de la economía en 2025.
- Mejorar el atractivo de España como plataforma audiovisual europea para generar negocio y puestos de trabajo, con una meta de incremento del 30% de la producción audiovisual en nuestro país para el año 2025.
- Transitar hacia una economía del dato, garantizando la seguridad y la privacidad y aprovechando las oportunidades que ofrece la Inteligencia Artificial con el objetivo de que, al menos el 25% de empresas, usen Inteligencia Artificial y Big Data dentro de cinco años.
- Garantizar los derechos en el nuevo entorno digital, y en particular, los derechos laborales, de los consumidores, de los ciudadanos y de las empresas. En este ámbito se fija como objetivo la elaboración de una carta de derechos digitales.
Los otros tres ejes estratégicos se refieren a las infraestructuras tecnológicas y a la digitalización del Sector Público. Son éstos:
- Garantizar una conectividad digital adecuada para toda la población, promoviendo la desaparición de la brecha digital entre zonas rurales y urbanas, con el objetivo de que el 100% de la población tenga cobertura de 100 Mbps en 2025.
- Seguir liderando el despliegue de la tecnología 5G en Europa e incentivar su contribución al aumento de la productividad económica, al progreso social y a la vertebración territorial. Se fija como objetivo que, en 2025, el 100% del espectro radioeléctrico esté preparado para el 5G.
- Impulsar la digitalización de las Administraciones Públicas, particularmente en ámbitos clave como el Empleo, la Justicia o las Políticas Sociales mediante la actualización de las infraestructuras tecnológicas. En 2025, el 50% de los servicios públicos estarán disponibles a través de aplicaciones móviles y se simplificará y personalizará la relación de la ciudadanía y de las empresas con las Administraciones.
El resumen final del Plan España Digital 2025 es que nos enfrentamos a retos importantes, como la mejora en el capital humano digital y la atracción de talento; incrementar la inversión en I+D, especialmente la privada; llevar la transformación digital a las pymes y micropymes o impulsar la Inteligencia Artificial al servicio de sectores tradicionalmente fuertes en España, como el sector financiero. También se hace un análisis DAFO de nuestra posición como país en estos aspectos, que da las pautas para reforzar nuestra capacidad de actuar de forma proactiva en la respuesta a esos retos de la digitalización.
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