Una herramienta de SCF nace con la misión de optimizar la gestión de los flujos de liquidez que están recorriendo las cadenas de suministro a raíz de los pagos de las facturas que realizan las empresas compradoras a sus proveedores. La solución SCF ofrece, por un lado, la digitalización del pronto pago y por otro, un descuento dinámico de las facturas por parte de la empresa compradora. Por lo tanto, la cultura empresarial de la demora en el pago, está destinada a desaparecer con esta herramienta.
En la actualidad, las cadenas de suministro sufren disrupciones y las empresas tienen interrupciones en el abastecimiento. En muchas ocasiones, esta situación provoca a su vez retrasos en las entregas a los clientes y/o no cumplir con los acuerdos de servicio.
Facilitando un pronto pago a proveedores, el SCF o Supply Chain Finance, contribuye a una buena práctica en la tramitación del pago de facturas. De este modo, disminuyendo esta demora, ayuda a los distribuidores a obtener la liquidez que necesitan en determinados momentos. Si esto se une a una eficaz gestión de las cadenas de suministro, se favorece su resiliencia y la continuidad de las operaciones realizadas en ellas.
También en estos momentos de crisis, las empresas priorizan la optimización de su capital de trabajo y hacer un uso rentable de la liquidez.
Ventajas del uso del SCF para las empresas
Un estudio sobre Comportamiento de Pagos de las Empresas Españolas publicado por INFORMA D&B, revela que el periodo medio de pago (DPO) de las compañías del país se sitúa en 93,16 días en el segundo trimestre de 2020 y supera en más de 3 días al de hace un año. Es el mayor crecimiento de esta cifra desde el tercer trimestre de 2015, que llegó a los 96,09 días.
Este estudio también afirma que, el retraso medio sobre los plazos pactados de pago sube hasta 14,73 días en el segundo trimestre. Casi un día más que hace un año. Asimismo, los tiempos pactados se dilatan, 78,44 días frente a los 76,29 del mismo periodo en 2019.
El uso del SCF para el pago a proveedores mejora el margen de EBITDA, al lograr muchos más descuentos por pronto pago y reducir, por tanto, los costes totales en Compras. También, mejora otros aspectos como, por ejemplo:
- Ventas sobre gasto, para ajustar el presupuesto operativo ante una caída de las ventas como ocurre en estos momentos
- Reducción de costes de gestión de proveedores
- Cumplimiento de las formas y plazos de pago. El DPO se reduce y es posible utilizarlo como ventaja en las relaciones estratégicas con los proveedores. En momentos como los actuales, no alargar el periodo medio de pago puede ser una forma de fortalecer las cadenas de suministro.
Mejora también el capital de trabajo de la empresa compradora. Los ratios financieros que muestran ese progreso son:
- Disminución del ratio de endeudamiento total, pues la deuda con proveedores se mantiene en el balance en niveles más bajos.
- Aumento del ratio de autonomía financiera, en coherencia con la disminución del ratio de endeudamiento.
La empresa compradora aumentará la rentabilidad sobre activos, pues rentabilizará la liquidez. Esta situación se dará todavía más si paga con efectivo excedente en un momento dado.
Los proveedores que acepten la invitación de la empresa compradora de participar en el ecosistema SCF, también recibirán beneficios en su capital de trabajo al mejorar su activo circulante y reducir el ciclo de conversión del efectivo. Los ratios financieros que mejorarán son:
- El ratio de liquidez
- El ratio de disponibilidad o test ácido
- El ratio de tesorería o disponibilidad inmediata.
En definitiva, el SCF soluciona las necesidades de optimización del circulante y de liquidez de las empresas socias de la cadena de suministro y mejora sus balances. El SCF realiza progresos en la cuenta de resultados de la empresa compradora y facilita a los proveedores obtener liquidez para su proceso productivo de forma ágil y sencilla. Sobre todo, a algunos de menor tamaño con mínima capacidad de acceso al crédito.
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