La financiación de la cadena de suministro (SCF) consiste en el uso de instrumentos financieros y tecnologías para respaldar los procesos de una cadena de suministro desde su inicio hasta su término, logrando que las empresas (socios de la cadena de suministro) optimicen la gestión del circulante y de la liquidez. Con la financiación de la cadena de suministro (SCF), se logra organizar el uso de los diferentes instrumentos de financiación del comercio, la entrega y recepción real de los productos o servicios y los pagos, a lo largo de la cadena de suministro.
Podemos citar tres modos de financiación de la cadena suministro:
- Mediante una línea de crédito contra confirming, que contrata el importador (en operaciones de comercio internacional) con el objetivo de optimizar la gestión de los pagos y mejorar su posición negociadora con los proveedores extranjeros, y que ofrece al exportador la posibilidad de financiarse solicitando el anticipo del importe de las facturas (en caso de que no anticipe, tiene asegurado el cobro a su vencimiento). El importador puede utilizar también el confirming como medio de financiación, si solicita al banco aplazar el cargo en cuenta una vez haya vencido el plazo de pago de las facturas de sus compras.
- Financiación basada en inventario, por la que el vendedor (o un tercero) mantiene en su almacén la mercancía del comprador, el tiempo que sea necesario. La institución de financiamiento proporciona servicios de financiación de inventarios y de almacén para adecuarse a los flujos de la operación.
- Financiación de órdenes de compra, por la que la empresa vendedora obtiene los fondos necesarios para pagar a sus proveedores de materia prima, suministros o equipamiento para poder atender la solicitud de una orden compra grande o muchas órdenes de compra recibidas. En comercio internacional, la financiación de capital de trabajo para la exportación permite que los exportadores compren los bienes y servicios necesarios para poder realizar sus ventas de exportación.
Los instrumentos de financiación que se utilizan en comercio internacional son instrumentos de pago y, al mismo tiempo, administran los riesgos asociados a las operaciones de comercio internacionales. Pueden clasificarse en dos grandes grupos:
- Financiación garantizada por bancos (comercio documentario), que engloba las cartas de crédito, las garantías y cartas stand by y las cobranzas documentarias.
- Financiación no garantizada por bancos: la cuenta abierta.
Una transacción de cuenta abierta es una venta en la que los bienes se envían y entregan antes del vencimiento del pago. El exportador envía directamente al importador la mercancía, y la documentación pertinente, previo acuerdo con él de que pagará la factura en una fecha determinada.
Este instrumento se utiliza para operaciones en las que tanto la empresa exportadora como la importadora tienen una buena situación financiera y en las que la empresa exportadora confía en el comprador y en la seguridad comercial y política del país importador. En algunas ocasiones, puede verse forzada a utilizar este instrumento, por ejemplo si hay fuerte competencia frente a la empresa compradora extranjera.
La empresa que vende conforme a los términos de cuenta abierta, asume un alto riesgo en la operación comercial. Por ello, para reducir el riesgo de impago, la empresa exportadora puede utilizar garantías (como cuando lo hace para complementar los cobros y cartas de crédito) o contratar un seguro de crédito de exportación.
Sin embargo, en un mercado globalizado y cada vez más avanzado en el uso de Internet y de las tecnologías, resulta más fácil acceder a información confiable sobre las empresas –tanto exportadoras como importadoras- que son socios en operaciones de comercio internacional. Por ello, las empresas están menos dispuestas a pagar el coste que suponen los métodos tradicionales de protección de riesgos.
Se están generalizando, pues, las transacciones de cuenta abierta que aprovechan los servicios de financiación de la cadena de suministro (SCF) que ofrecen bancos y empresas, utilizando instrumentos de financiación comercial como el factoring de exportación y la obligación de pago bancaria.
La obligación de pago bancaria es la obligación -bajo ciertas condiciones- de un banco deudor (en el caso de una transacción de cuenta abierta, es el banco del importador) de pagar una cantidad específica a un banco receptor (del exportador) cuando el primero presenta de forma electrónica los documentos comerciales (facturas, órdenes de pago, documentos de transporte y certificados) y se verifica que cumplen las reglas establecidas para el comercio internacional. Los bancos o instituciones financiadoras aprovechan los datos de los documentos de las transacciones electrónicas entre empresas para agilizar los procesos financieros del comercio internacional y mitigar los riesgos de no cobrar las facturas.
Es un instrumento similar a la carta de crédito, en la que un banco también se obliga a pagar tras verificar, con la presentación física de los documentos relativos a la venta, que se cumplen estrictamente los términos y condiciones estipulados en la carta.
Con estos instrumentos de financiación las empresas que venden conforme a los términos de cuenta abierta obtienen liquidez y pueden optimizar la gestión del capital circulante, reducir los costes y conseguir mayor visibilidad y control sobre los detalles de las transacciones y, por tanto, mejorar el cobro de las facturas que les adeudan.
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