Existen muchas oportunidades de cooperación entre bancos y otros proveedores de servicios financieros como son las empresas fintech y, entre ellas, las que ofrecen soluciones de SCF (Supply Chain Finance). Con esta cooperación pueden ofrecer soluciones conjuntas, que reúnan las fortalezas de ambos.
Por otra parte, las empresas que ofrecen plataformas habilitadas para gestionar las finanzas de la cadena de suministro (SCF), pueden desarrollar portales B2B para la relación entre las empresas clientes y sus proveedores y para posibilitar conexiones entre todos los agentes del ecosistema SCF: empresas socias de la cadena de suministro y bancos u otras empresas de financiación.
Además de estas conexiones, las empresas fintech pueden proporcionar otros servicios de valor añadido como, por ejemplo la gestión de procesos (de facturación electrónica, por ejemplo) y servicios de transformación de negocios, consultoría TIC, generación de informes o ayudarles a incorporar proveedores al proyecto de SCF.
Otros servicios de valor añadido, que las fintech pueden poner a disposición de las empresas de forma bilateral con bancos o entidades financieras participantes en dicho ecosistema SCF, es una mayor visibilidad de las transacciones financieras en múltiples niveles o realizar la evaluación de la calidad crediticia de los socios comerciales.
Si un banco ofrece una solución de financiación de la cadena de suministro o SCF (Supply Chan Finance) a través de su plataforma, consigue crear una relación más profunda con la empresa, que es su cliente, más allá de la relación bancaria convencional. Las grandes compañías que utilizan programas o soluciones de SCF son multinacionales que administran grandes cantidades de efectivo y suelen tener amplias redes de proveedores, que son generalmente empresas medianas. Estas PYMEs pueden encontrar dificultades para acceder a un crédito suficiente en un mercado crediticio restringido.
En este escenario, las grandes compañías están utilizando estratégicamente su liquidez disponible para mantener la salud financiera de sus proveedores principales. De este modo, evitan que el estrés financiero sea una amenaza para la continuidad de su negocio, mantiendo así la fortaleza financiera de la cadena de suministro.
De este modo, los bancos pueden aprovechar oportunidades para asociarse con las grandes empresas compradoras, con el fin de proporcionarles servicios adicionales. En otras palabras, para asociarse con sus empresas clientes de forma productiva.
Estos servicios pueden ser, por ejemplo, un cuadro de mando para la gestión de la liquidez, el soporte de procesos o financiación adicional para cumplir con los picos de demanda o las necesidades estacionales de dicha demanda.
El potencial para el desarrollo de posibles escenarios o modelos operativos de cooperación, ya sea bilateral o multilateral, es grande. Cada uno de estos modelos de negocio y los servicios que pueden ofrecer, tendrá diferentes oportunidades y desafíos para las partes involucradas y realizará un análisis de las fuerzas competitivas de Porter, es decir, las fuerzas que determinan la intensidad de competencia y rivalidad en una industria o mercado. Y evolucionarán de diferente manera.
Cada modelo de cooperación tendrá sus propios desafíos e inconvenientes, así como oportunidades, dentro del mercado. El éxito de una solución de SCF dependerá de diversas cuestiones, como son el modelo de negocio, la interdedependencia entre los socios y agentes de la cadena de suministro y el control que éstos tengan de los flujos de bienes, de información y financieros que se dan en ella; y de cómo pueda afectar la regulación.
El intercambio de información de las facturas y la financiación de la cadena de suministro con la gestión de descuentos por pronto pago u otras modalidades de SCF, reclaman una gestión más completa que la requerida por las soluciones del segmento de pagos para realizar transacciones financieras.
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