La gestión del Big Data y su aplicación al análisis de negocio está haciendo historia en las empresas. La Asociación Profesional para la Gestión de la Cadena de Suministro (APICS) asegura que la aplicación del Big Data a la cadena de suministro permite mejorar «las previsiones, la planificación, la conciencia situacional y la información». Estos aspectos están tratados en el informe «Exploring the Big Data Revolution» elaborado tras un estudio sobre las oportunidades y ventajas que ofrece el Big Data.
Entendemos el Big Data como el análisis científico de bases de datos con ingentes volúmenes de datos -muchos de ellos no estructurados- muy variados (mensajes en redes sociales, señales de móvil, documentos multimedia, emails, el HTML…) y la gestión de estos datos para aplicarlos a diferentes ámbitos; por ejemplo, el tratado en este post de la gestión de la cadena de suministro.
La naturaleza no estructurada o semi estructurada de muchos de esos datos y el gran volumen que alcanzan, requieren que las empresas hagan una inversión específica en tecnología pues los softwares analíticos convencionales que utilizan no son capaces de procesar esos datos masivos. Ya vimos en otro post las ventajas de los servicios en la nube para el análisis y flujo de datos en una empresa y, en concreto en la gestión de la cadena de suministro. Pues bien, el análisis de Big Data completa las funciones de análisis de datos que ofrecen esos servicios en la nube.
Aunque la eficacia de la inversión en tecnología para el Big Data dependerá, sobre todo, de la capacidad de análisis –y no solo de la capacidad técnica- de la persona responsable de la propia empresa o de la empresa a la que se contrate ese servicio. Además, la información que se pueda obtener del análisis de esos datos masivos, deberá ser interpretada correctamente y eso significa que quien lo haga tenga conocimiento del negocio o, en el caso que estamos tratando, sepa cómo optimizar la gestión de la cadena de suministro.
La aplicación del Big Data a la cadena de suministro permite mejorar los algunos aspectos de la gestión de la financiación de la cadena de suministro y de su eficiencia operativa: las previsiones, la planificación, la conciencia situacional y la información, como ya hemos citado (APICS). Veamos algunos ejemplos:
- Un aspecto clave en la gestión de la cadena de suministro es la planificación de la demanda, que evite roturas de stock y permita optimizar costes. El análisis y la gestión del Big Data puede ayudar enormemente a la planificación correcta de la demanda, lo que, a su vez, ayudará a realizar previsiones cada vez más fiables.
- Otro aspecto relacionado con la aplicación del Big Data a la cadena de suministro es la mejora que supone en el proceso de segmentación del mercado. No olvidemos que la gestión óptima de la cadena de suministro comienza por mirar hacia las necesidades de los clientes.
- El análisis de datos masivos permite tener mayor exactitud en ese proceso, ya que ayuda a conocer mejor a un cliente que busca productos o servicios cada vez más específicos y, por lo tanto, ayudar a las empresas a ofrecer productos y servicios más orientados al cliente, detectar necesidades y descubrir tendencias.
- Las posibilidades de pronóstico y de elaboración de patrones de comportamiento del análisis Big Data ayudan también a la empresa a tener un mayor impacto en lanzamientos de nuevos productos o servicios.
- Los datos recogidos de las redes sociales, que la empresa puede procesar, pueden ayudar mucho en la atención y fidelización de los clientes.
- Las oportunidades ofrecidas por el análisis y la gestión de Big Data a la logística y al transporte en la cadena de suministro son enormes. Más, en un mercado globalizado y, como decíamos, con demandas cada vez más personalizadas de los clientes.
El análisis de Big Data mejora la eficiencia; por ejemplo, permite conocer con exactitud y en tiempo real el estado de las redes de transporte, también contribuye a la evolución del Internet de las Cosas (IoT) y a las variadas tecnologías que en este campo facilitan y mejoran la gestión del almacén, la logística y el transporte, operaciones propias de la relación entre socios de la cadena de suministro.
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