La planificación financiera a corto plazo tiene el objetivo de conocer la evolución en el tiempo de los estados financieros y saber si existen tensiones de tesorería. Los pasos de dicha planificación son:
- El director comercial establece la cifra de ventas, que determinará el nivel de actividad de la compañía
- Con este último dato, los responsables de los departamentos informan de la previsión de gastos y el presupuesto de inversiones en activo no corriente
- El responsable de Control de Gestión integra todos los presupuestos
- Los datos se aprueban por la Dirección
- Elaboración de la cuenta de resultados, presupuesto de tesorería y balance previsionales
En estos momentos de incertidumbre, se requiere un esfuerzo mayor para realizar con eficacia esta tarea y cuantificar con la mayor exactitud posible las necesidades financieras. Una vez que la empresa las cuantifica, puede analizar la mejor combinación de productos de financiación para invertir en activos circulantes (existencias y clientes) y mejorar la financiación espontánea que conceden los proveedores.
Cuenta de resultados previsional
El proceso de planificación comienza por determinar la cifra de ventas por meses, en unidades monetarias y físicas (para determinar a su vez, las necesidades de logística, almacén y personal).
El director de Compras calcula el detalle del coste de cada producto y los proveedores que ofrecen mejores condiciones. Otros costes a estimar son los de logística y distribución, transporte, alquileres, mantenimientos y suministros.
El director de RRHH planteará las propuestas de plantilla, incrementos salariales, cursos de formación u otros conceptos de costes de personal.
Administración calculará los costes de seguros, servicios externos, impuestos y otros gastos generales.
Desde Control se propone la inversión en activos no corrientes previamente analizada y se prevén las dotaciones totales de amortización, contando con la prevista para los nuevos activos.
Los gastos financieros se calculan en función de la necesidad financiera que se obtiene, los instrumentos de deuda que se van a utilizar y su coste. Por ello, se suele poner la misma cifra que el año anterior, para ajustarla al final del proceso de planificación según la deuda a asumir y su coste.
Presupuesto de tesorería previsional
El objetivo es conocer con precisión las entradas y las salidas de caja, que permitan determinar la necesidad financiera. Tiene tres partes:
- Presupuesto de explotación u ordinario. Cobros de las ventas y pagos de todos los gastos correspondientes a la actividad ordinaria. Antes, hay que estimar todos los movimientos de circulante (existencias, clientes, proveedores e IVA)
- Presupuesto de inversión. Compras o ventas de activos no corrientes
- Presupuesto de financiación. Cambios en la estructura de pasivo y patrimonio neto que ya conocemos, como por ejemplo, cancelaciones de pólizas, concesiones de créditos o incluso aumentos de capital social
Balance previsional
Incorporará el beneficio previsional calculado en la cuenta de resultados y la necesidad financiera obtenida del presupuesto de tesorería. Si es necesidad y no excedente, figurará en el pasivo.
Por su parte, el activo no corriente contempla las compras o ventas del presupuesto de inversión. Se consideran las amortizaciones obtenidas de la cuenta de resultados previsional.
Existencias y clientes ya se han calculado en los movimientos de circulante previos a la elaboración del presupuesto de tesorería.
El patrimonio neto suele permanecer constante, al estar el balance inicial con el resultado distribuido (el beneficio destinado a reservas, en los fondos propios y el dividendo, en el pasivo corriente).
La deuda a largo plazo disminuirá por el traspaso a deuda a corto de los pagos del periodo considerado. En caso de tener movimientos adicionales de obtención o cancelación de deuda, deberían estar en el presupuesto de tesorería.
El pasivo corriente estará determinado por los movimientos de circulante referidos a proveedores e IVA.
El pasivo financiero, si son pólizas o descuento bancario, estará determinado también por el presupuesto de financiación. El resto pueden ser deudas con otros acreedores o Hacienda.
Una vez definida la necesidad financiera, se analizan los ratios básicos referentes a la cuenta de resultados y el balance: el rendimiento de los activos, el nivel de endeudamiento actual y si es elevado respecto a los fondos propios, la proporción de pasivos proveedores y la deuda a largo plazo. Por otra parte, se analiza el ratio entre la deuda financiera y el EBITDA para analizar la capacidad de devolver el crédito.
Con esos datos, se pasa ya a detallar los productos de financiación del circulante.
El informe financiero para solicitar financiación bancaria
Para solicitar financiación bancaria para el circulante, se prepara un informe financiero que incluya las previsiones económico-financieras y las necesidades de financiación. Tras analizar la situación previa a la crisis y la actual, se incluyen los tres documentos previsionales de planificación y principales ratios. El Consejo General de Economistas ofreció un modelo-guía para elaborar el informe financiero que piden los bancos para optar a la financiación especial de avales ICO, que puede servir de pauta a las empresas.
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